Siempre enfocados en restablecer el equilibrio de nuestra piel y en ayudar a mejorar la calidad de vida de nuestros pacientes, Centro Dermatológico Dermamed cuenta con el más variado abanico de especialidades clínicas dermatológicas, para tratar las afecciones de mayor recurrencia y respecto a las cuales tenemos gran experiencia.
Más abajo se puede revisar con más detalle este tipo de afecciones:
La psoriasis es una enfermedad de la piel que causa placas rojas con descamación. Regularmente las células de la piel crecen desde la base de la epidermis y suben lentamente a la superficie, reemplazando constantemente las células muertas de la misma. Este proceso se llama renovación celular y tarda aproximadamente un mes. En la psoriasis, la renovación celular ocurre en sólo unos pocos días, lo que provoca que las células nuevas suban demasiado rápido y se acumulen en la superficie.
En la mayoría de los casos la psoriasis causa parches o placas de piel gruesa, enrojecida y con escamas plateadas. Estas placas pueden producir picazón. A menudo se encuentran en los codos, las rodillas, el cuero cabelludo, las palmas de las manos y las plantas de los pies. También pueden aparecer en otras partes tales como las uñas de las manos y los pies, y los genitales.
La rosácea es una enfermedad crónica de la piel que afecta el rostro y se caracteriza inicialmente por enrojecimiento episódico y luego por enrojecimiento persistente y lesiones inflamatorias. Aunque puede aparecer en los adultos a cualquier edad, predomina durante la tercera y cuarta década de la vida y alcanza su punto de máximo riesgo ente los 40 y los 50 años. Predomina en la mujer y es más común en las personas de tez clara.
Aunque su causa precisa no es conocida aún, entre otros factores, uno importante parece ser la alteración en la microcirculación. En el primer estadio, la rosácea se caracteriza por un eritema persistente y telangiectasias faciales, aunque predominantemente en las mejillas. Cuando la enfermedad progresa aparecen pápulas y papulopústulas. En su estadio más avanzado puede darse una hiperplasia difusa del tejido conectivo y de las glándulas sebáceas. Esto puede causar una hipertrofia de la nariz, denominada rinofima. La rosácea se desarrolla en etapas y puede afectar a los ojos provocando frecuentemente inflamaciones como blefaritis y conjuntivitis. Su aparición clínica puede ser similar a la del acné, pero a diferencia de éste, la rosácea no es una enfermedad en la que se afecte primariamente el folículo pilosebáceo.
Se caracteriza por la presencia de comedones cerrados (puntos blancos), comedones abiertos (puntos negros), pústulas (espinillas), pápulas (lesiones más rojas), nódulos o quistes y cicatrices. Afectan principalmente en la adolescencia, sin embrago también existe el acné adulto o tardío, visto principalmente en mujeres.
El manejo del acné debe ser considerado como un esquema de tratamiento donde se van combinando, según sea el tipo y severidad de éste, tratamientos orales (antibióticos u otros) y tratamientos tópicos (jabones, lociones, geles, cremas, fotoprotectores). En el mercado existen múltiples tratamientos para el acné, lo importante es que sean realizados bajo supervisión médica especializada, dado que los tratamientos dependerán del tipo de acné, tipo de piel, edad y necesidades del paciente. Es por esto que no se aconseja la automedicación.
Por otra parte, es importante consultar precozmente para prevenir un acné más severo y, de esta manera, evitar secuelas tales como marcas y cicatrices. Idealmente, el control debiera mantenerse a lo largo de la adolescencia para cautelar o tratar rápidamente los brotes y para ajustar los tratamientos según la evolución en el tiempo.
En conjunto con los tratamientos en casa se pueden hacer tratamientos especializados en el centro médico para complementar y optimizar los resultados. Entre ellos, nieve carbónica para las lesiones inflamatorias, tratamientos abrasivos químicos para lesiones no inflamatorias, comedones y cicatrices, y limpiezas faciales. Según la severidad y profundidad de las cicatrices, se pueden complementar con tratamientos láser o sustancias de relleno.
El Vitíligo es una enfermedad crónica, que se caracteriza por la aparición de manchas blancas que se deben a la pérdida de pigmento de la piel, de carácter progresivo. Puede afectar a todas las razas y a ambos sexos.
La mayoría de las personas aquejadas presentan el inicio de la enfermedad durante la niñez o adolescencia, pero su inicio puede ocurrir a cualquier edad hasta la vejez.
El tratamiento está dirigido a devolverle el color a las manchas que ya se han producido; con este fin, si las lesiones son pequeñas se puede usar productos tópicos, pero cuando el compromiso es extenso se usa la fototerapia con UVB de banda angosta o la PUVA.